Darío Barassi vive en un piso muy alto. Eligió ese departamento por la vista panorámica. Pero a los tres días de mudarse, apareció un cable grueso y negro justo a la altura de su balcón que le partió el paisaje en dos. El tipo se enloqueció, se quejó una y otra vez en la administración del edificio y ante la empresa respectiva, llevó el tema a terapia –que “el cable es tu padre muerto”, que “el cable es tu cuerpo”–, y hasta subió a la terraza con un cuchillo entre los dientes decidido a hacer justicia. Nada resultó. Fueron dos años de horizonte dividido. Hasta que se le ocurrió hacerlo humor y contarlo en IG. Al día siguiente, la empresa en cuestión sacó el maldito cable. Barassi se ríe y hace reír, incluso con sus “desgracias”.
Noticias: En esa anécdota aparecen sus dos facetas: el analítico y estructurado y el que, cuando sale a jugar, no lo para nadie.
Darío Barassi: Tal cual, conviven los dos Daríos y se necesitan entre sí, porque soy tan lúdico que si no tuviera un lado maníaco, fóbico, sería patológico y soy tan maníaco y fóbico que si no tuviera el lado lúdico, también sería patológico.
Noticias: Conduce “Cien argentinos dicen”, ¿qué cosas tiene en común con el estereotipo del argentino y cuáles no?
Barassi: Siempre fui y busqué ser un tipo bastante especial, nunca me gustó parecerme mucho a nadie. A los 13 años nadie estudiaba teatro y yo sí. Soy un tipo religioso practicante, de familia conservadora entonces también era un bicho raro para la gente del teatro off. A su vez estudiaba abogacía y para los abogados era rarísimo que hiciera teatro los lunes a la noche en el Abasto. Y soy de la vieja escuela del amor para toda la vida, lo que también me hace particular…
Noticias: No sé si sus posteos reflejan la vida real con su mujer pero habla como si fuera Romeo.
Barassi: (risas) Yo soy todas las obras de Shakespeare en uno pero no… somos un equipazo, es que es más que amor, es otra cosa, es mi compañera de vida, todo pasa por ella y todo pasa por lo que tenemos juntos.
Noticias: Volvamos al empeño de ser un distinto.
Barassi: Claro, nunca me interesó parecerme a cien personas, no me gusta. Pero me doy cuenta de que hay cosas de gustos que tengo, la cosa del amiguero, de la familia, del asado, el hedonista con la comida. También la infancia, el arraigo, soy un sanjuanino que levanta la bandera de los orígenes.
Noticias: ¿Y en qué se siente un “holandés”?
Barassi: (risas) Bueno, viste que tenemos fama de pasarnos de vivos, de cancheros; yo no soy muy así, no tengo la soberbia de creerme mejor que nadie o que me las sé todas.
Noticias: Alguien que se describe como muy ansioso, ¿cómo está lidiando con la tensión del rating?
Barassi: Estoy muy confiado en el programa, me parece una joyita, redondo, me calza perfecto. Desde el día uno que el encendido está bastante bien, está competitivo el programa.
Noticias: La tarde se puso muy peleada.
Barassi: Sí, se puso muy caliente, hay personajes muy fuertes. Yo compito directamente con Vero Lozano que es una bomba, está instaladísima y tiene un promedio altísimo, entonces los minutos en los que “Cien argentinos” le gana al programa de Vero, son una conquista gigante, yo empecé en tele con ella.
Noticias: Hasta acá acompañaba a los conductores. El salto de ser la cara del programa es muy grande, ¿no?
Barassi: Sí, mi psicóloga, a la que nombro mucho porque me ayuda bastante, y mi mujer me decían eso: “Pensá en el desafío, en conquistar algo nuevo”, y de verdad para mí era una mochila grande porque, si bien es muy difícil ser segundo de alguien y acompañar; el ejercicio de la conducción es pesado, es un desafío gigante.
Noticias: La televisión está muy complicada y un programa puede durar semanas. ¿Tiene miedo de fracasar?
Barassi: Al principio me sorprendió la recepción con mi rol de conductor. Me escribió gente que para mí es referente, gente muy grosa del medio y con la que no tengo una relación, sorprendida por mi rol de conductor el mismo día que estrené. El ego estaba en el piso 98 y era como “ya gané”. Pero bueno, a los días, cuando un poco se cayó esa magia, sí, obviamente que estoy como… soy muy ansioso y soy bastante existista, a mí me gusta el éxito, sobre todo me gusta hacer bien las cosas, mi objetivo es ganar siempre.
Noticias: ¿Tuvo algún momento a nivel profesional en el que perdió?
Barassi: (piensa) Mirá, soy un tipo muy afortunado, me tocaron proyectos siempre muy generosos. Pero con Dalia Gutman (risas) hicimos “90 días o menos” (de febrero a abril de 2014), era un programa de transición en canal 9 y lo chocamos a los tres días. Fue como una cachetada de lo que significa hacer tele, de que a veces no alcanza con la impronta y con la buena energía…
Noticias: Aunque el controlador se resista, hay cosas que no dependen de uno, como mudarse y que le crucen un cable por el balcón, ¿no?
Barassi: Además, como mi entrega es tan grande, cuando no sale bien, tengo muy poca tolerancia al fracaso, lo sufro mucho, me duele, me lastima. Me gusta el éxito, me ocupo de generarlo.
Noticias: En una nota que hicimos en abril del año pasado, habló de su intención de dejar en el placar al personaje Barassi y concentrarse en el actor. En “Cien argentinos” es Barassi en estado puro.
Barassi: Sí, estoy de acuerdo pero realmente el desafío es mucho, porque ser Barassi en 56 minutos de artística y con un formato que ya tiene su tiempo, que necesitaba un conductor con determinada energía y dinámica y demasiada empatía, es una versión más profesional de Barassi (risas).
Noticias: Con una mano en el corazón, ¿quisiera ser un Leo Sbaraglia o un Ricardo Darín? ¿Le está faltando que le habiliten ese espacio en la cancha?
Barassi: No, yo quiero ser Darío Barassi, aunque sus carreras me apasionan. Por otro lado, nunca voy a pensar que no me lo habilita el medio sino que yo no me lo estoy generando. Yo creo que va a pasar, aprendí a amigarme un poco con el personaje.
Noticias: Pero ha hablado de su anhelo de actuar en el teatro Cervantes.
Barassi: Ay, sí. Yo no te puedo explicar lo que me significaría poder actuar en una sala como el Cervantes, hacer un clásico, ahí me olvido de todo, no me interesa la popularidad, lo económico ni nada. Tengo mucha vocación de actor. Pero tengo que ser muy agradecido del lugar que ocupo como Barassi, estoy chocho conduciendo “Cien argentinos”.
Noticias: ¿Qué le pasó con esa voracidad vocacional al no saber cuándo podrá retomar un escenario?
Barassi: Al principio me pegó mal, muy mal, porque estábamos en una obra que funcionaba muy bien (“Carcajadas”) y pasar de hacer seis funciones semanales a no saber si la vas a volver a hacer alguna vez fue… Pero después con mi mujer y mi hija, que pobre enana con seis meses ya multiplicaba y sacaba la raíz cuadrada porque estaba estimuladísima (risas), te juro, caminó a los 9 meses... ¡Lo que disfruté de la paternidad en esta cuarentena! Pero me pude conectar con eso después de un tiempo.
Noticias: ¿Lo económico fue un tema?
Barassi: Yo tengo una arista dentro de mi profesión que es el universo de redes sociales. Por suerte las marcas hoy me eligen mucho y lo pagan bien, las redes pagaron las expensas.
Noticias: ¡Qué bien caras son!
Barassi: ¡Y que no quiero pagar porque tengo un cable cruzando el balcón! (risas)
Noticias: Y no fue más que contarlo con humor para que se destrabara. ¡Qué poder tiene la popularidad!
Barassi: Sí, una locura, soy muy consciente de ese poder y generalmente no lo uso en ese sentido porque me parece hasta un poquito injusto. Pero cuando me contactó la empresa, realmente me olvidé de los criterios de justicia y me sentí en la gloria (risas).
Noticias: ¿Cómo le impactó la llegada de Emilia?
Barassi: Lo que voy a decir suena raro pero la paternidad me curó cosas con las que pensé que iba a tener que convivir siempre. No quiero ponerle ese peso a mi hija de “me curaste males” pero mambos, ideas, obsesiones, rutinas. Yo era muy obsesivo, siempre iba a las guardias médicas, todo el tiempo me iba a morir y hace un año y medio que no voy a una guardia. No sabés la cantidad de miedos que se me fueron, estoy mucho más conectado con lo vital, con la felicidad. Entro a casa y mi hija me mira, se sonríe, se me viene encima y yo soy invencible, no sé cómo explicarte (se emociona). Siempre fui un pibe bastante positivo pero mambeado, mambeado como cualquier ser humano, y pensé que todos esos mambos me iban a dificultar un poco el ejercicio de la paternidad pero no sabés con la libertad que crece esta pendeja.
Noticias: ¿Está preocupado por el país?
Barassi: No me quedo en el miedo, en la preocupación. La situación es terrorífica y no puedo dejar de empatizar con eso, pero es la que nos toca, entonces es ver cómo lo resolvemos, qué hacemos, hacia dónde vamos; arrancando por mi mujer y mi hija. Estoy contento porque con “Cien argentinos” tengo como objetivo brindar una hora de entretenimiento, un humor liviano, familiar, popular; es una invitación a un recreo. Es lo que puedo dar y prefiero conectarme con eso más que con la imposibilidad de todo lo que no puedo.
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