Nunca quiso ser la clásica “mujer de polista”. Por eso, apenas Rosario Oyhanarte se casó con Alejandro Novillo Astrada (más conocido como “el Negro”) y comenzó a viajar para acompañarlo en su profesión, también empezó a buscar un propósito para sus días. Periodista y licenciada en Letras, pensó en aprovechar todo el contenido de sus viajes e intereses en un espacio propio, y así nació su blog y su cuenta de Instagram, @rosiestips. Corría marzo de 2017 y la red era casi puramente visual, pero su apuesta por los textos dio en la tecla: su contenido sobre libros, arte, viajes o recetas encontró eco. Hasta que decidió hacerle caso a las muchas seguidoras que le preguntaban cómo había conocido a su marido, y comenzó a contar su historia. Lo hizo por entregas y aprovechando al máximo las cuotas de suspenso que le dio un relato rico, en el que fue ella la que inició la conquista. El resultado fue convertirse en referente en redes de las historias de amor y escribir sus dos primeros títulos, “Mi marido y su mujer” y “El libro más lindo del mundo”, bestseller desde su salida.
Noticias: ¿En algún momento se arrepintió de haber contado algo tan personal?
Rosario Oyhanarte: En algún momento me arrepentí, pero no demasiado. Porque pensé que la gente que más me conoce y quiere ya conocía la historia, y solo me importaba lo que pensaran ellos. Y la verdad es que me abrió tantas puertas… Gracias a las historias de amor me animé a publicar mi novela y para la segunda lo hice con Penguin Random House. Cuando me empieza a agarrar un poco de pudor o nervios ante la exhibición, pienso en todo lo bueno que me dio. Sé que me muestro vulnerable, pero no tengo complejos, me animo a jugar con esas cosas porque estoy segura de lo que soy como persona y de lo que valgo.
Noticias: ¿Notó avidez por este tipo de contenido?
Oyhanarte: 100 por ciento. De hecho, conté mi historia y pensé que iba a quedar ahí, pero la gente quería más. Y llegó a ser frustrante compartir la reseña de un novelista francés, tener 300 likes y después poner una foto con el Negro y recibir 4900. Entonces empecé a pedirle a amigos y conocidos, ¡y no es tan fácil encontrar buenas! Hay montones, pero que tengan condimentos como el humor o el suspenso, no tantas. Uno como lector quiere un poco de giro narrativo, de comerse las uñas.
Noticias: ¿La historia que más funciona sigue siendo la tradicional?
Oyhanarte: Lamentablemente sí. Una vez publiqué una historia de amor entre dos mujeres y tuve haters. Hubiera pensado que los iba a tener por no publicar historias de amor homosexual, porque estamos en el siglo XXI.
Noticias: ¿Sus seguidoras son más bien Susanitas o las mujeres se están liberando más y buscan otros futuros?
Oyhanarte: Hay otra búsqueda de futuro y proyección y se están animando a más, a ser ellas las que dan los primeros pasos, a estudiar afuera, a pensar en congelar óvulos. Pero debo admitir que, al menos en mi público, noto que todavía hay muchas ganas de querer encontrar pareja. Quizás no para cumplir el sueño de casarse de blanco en la Iglesia del Pilar, pero sí para esto de “quiero compartir mi vida con alguien”. También, lo que les pasa a muchas chicas solteras es que empiezan a perder su tribu, porque sus amigas solteras se van casando. Eso me pasó a mí, en un momento quedé como la última del grupo. Me sentía en el juego de la silla, donde todas se habían sentado y de pronto me quedé parada sola.
Noticias: ¿Cómo fue meterse en el mundo del polo?
Oyhanarte: Tuve que aprender mucho, conocer un montón de gente y adaptarme también a lo que es la vida junto a un deportista, con todo lo que eso implica, como la alimentación, los horarios, perderse casamientos de amigos... Lo que a mí me enamora del Negro es que es mucho más que un polista, es una persona a la que le interesa aprender de todo y podés hablar de cualquier cosa. Nunca fue un tema que yo no supiera de caballos, creo de hecho que es algo que le gusta de mí. No entiendo de este mundo, así que tampoco pretendo ser algo que no soy.
Noticias: En el último tiempo hubo muchos accidentes, ¿le da miedo?
Oyhanarte: Siempre fui miedosa y los accidentes no ayudan, pero lo tengo un poco encomendado al ángel de la guarda. Lo hablamos mucho con mis amigas del polo, porque para todas es un tema, y nuestros maridos coinciden en que prefieren dedicarse al polo y estar abiertos al riesgo de tener un accidente a dejar de hacer lo que les gusta. Y al final, te puede pasar como a Schumacher, que terminó teniendo un accidente de ski.
Noticias: Con el Negro llevan una vida muy aspiracional vista de afuera, ¿cuánto se cuida en lo que muestra?
Oyhanarte: Lo cuido bastante. Nunca me gustó alardear de “mujer de polista”. Creo que en otro tipo de cuentas hay mucho de eso, y no es el tipo de contenido que vienen a buscar a la mía.
Noticias: ¿Cómo hace para encontrar tiempo para escribir teniendo dos hijos chiquitos?
Oyhanarte: Estos últimos dos años, entre la pandemia, pañales y otras cosas, escribí muy poco. Y me sentí muy frustrada, porque dejé pasar meses y meses sin teclear ni un párrafo. Pero a la vez, me tranquiliza pensar que son solo estos años en los que son tan chiquitos y me necesitan tanto. Después van a volar solos. Como madre y como mujer estoy viviendo experiencias súper intensas y profundas que sin duda son una inversión para mis hijos, pero también para una novela el día de mañana. La maternidad es un tema que aún no exploré tanto literariamente.
Noticias: La han copiado mucho. ¿Por dónde pasa hoy su innovación?
Oyhanarte: Más que innovar desde el formato, me propuse empezar el podcast, que es algo que en mi nicho en Argentina no había tanto. También estoy tratando de mejorar la calidad, que mis esfuerzos pasen por mejorar el contenido, mi escritura y los temas que traigo a la mesa. Y dentro de poco debería empezar con el mundo de Tik Tok, ¡un pendiente para contar historias de amor! l
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