En Argentina, los pioneros fueron los grandes hoteles. Ellos iniciaron la tradición siguiendo las demandas de sus huéspedes internacionales, y así comenzaron a adornar sus buffets de las mañanas de fines de semana con todo tipo de delicias, más allá del clásico desayuno, desde sushi hasta tragos. Hoy, más de una década después de este ritual que inauguraron en el país cinco estrellas como el Hotel Alvear o el Four Seasons, no hay café o deli que se precie que no lo ofrezca en su menú. Con aires súper norteamericanos, con más o menos excentricidades, con versiones criollas, más saludables o tan generosas que dejan sin hambre hasta la noche: el brunch tiene mil caras pero genera un mismo amor. Y ni siquiera en cuarentena perdió adeptos, pues sigue siendo una de las propuestas más pedidas vía delivery o para take away.
Todos los días
Es el plan perfecto del fin de semana: despertarse tarde y, a medio camino entre el horario del desayuno y el almuerzo, no tener que elegir ninguno de los dos, sino hacer un buen mix de ambos. Unos huevos, unas frutas frescas, algún sándwich (en general un bagel), un poco de granola y yogur, café, jugo y, por qué no, una copa de espumante. Lo que se dice un combo fuerte para cargar energías de cara al día de ocio. Pero como en cuarentena el tiempo transcurre distinto y ni los fines de semana están diferenciados, en muchos locales el brunch es una posibilidad diaria.
Así sucede en Le Blé, que asegura que hoy sus niveles de ventas son “casi como si estuviéramos abiertos”, y que cuentan que las fechas especiales de cumpleaños y envío de regalos ayudaron sobre todo a la venta de estos menús. “Si bien arrancó como una costumbre de fin de semana, la contundencia y variedad del brunch hizo que sea una opción que la gente incorporó de manera rápida. Nosotros lo ofrecemos todos los días a toda hora, ya que creemos que, lejos de ser una moda pasajera, llegó para quedarse”, apuntan desde esta cadena de boulangerie y pâtisserie con más de 20 locales repartidos por la ciudad y alrededores. En ese camino, su propuesta está pensada para compartir, compuesta por dos mini bagels, cuatro pancakes, dos yogures, huevos revueltos con salmón, frutas de estación, baguette y pan de semillas y dos bebidas sin alcohol.
La generosidad y amplitud de la oferta también permite que se acerque el más diverso público. Desde Adorado, cadena de café y bar que extiende su presencia hasta España, cuentan que hay quienes piden el brunch durante la semana para empezar el día con un menú potente y quizás se guardan algo de la pastelería para la tarde, quienes lo buscan en el fin de semana como un corte necesario en la rutina y quienes encontraron en él la forma de hacer sentir a alguien especial, sea su cumpleaños, el Día del Padre o el del Amigo. “Volvimos a abrir unas semanas después de comenzado el confinamiento y enseguida notamos las ganas de la gente de mantener sus hábitos y rituales, con la intención de transitar este momento de la mejor manera posible”, apuntan. Ese famoso “reconfortarse con algo rico” (el origen mismo de la llamada “confort food”) que llevó a tantos a cocinar los más diversos platos y experimentar con el pan también encontró eco en esta comida, hoy replicada en redes sociales desde el refugio del hogar. También ofrecido todos los días, el brunch de Adorado propone huevos revueltos con panceta y papas cuña, bagel tostado con queso crema y mermelada, carrot cake, budín de limón, yogur con granola y jugo de naranja, aunque la carta entera está a disposición para combinar diferentes platos y armar la propia versión. “Creemos que atrae porque es una experiencia en sí misma, que extiende el desayuno, uno de los momentos más importante del día. También es sinónimo de fin de semana y eso siempre es placentero”, razonan desde la marca.
Un circuito propio
Tan grande es el amor porteño por el brunch que ya va por su segunda edición especial: Circuito Brunchear se celebrará este año del 2 al 16 de agosto adaptándose al aislamiento y llegando directo a casa. Con propuestas de menú para dos personas en formato delivery y take away con un 25% de descuento, la lista de participantes incluye hitos de este ritual como Pani, Alo’s, Birkin, Moshu, Ninina, Casa Cavia y Crisol, e incluso la caja mágica en la que reinventó su propuesta Eat Catering, entre otros. También participa la bodega Lola Montes, acompañando los menús con distintas variedades.
Producida por la agencia GDI, Generación de Ideas, que además produce el programa de radio “Brunch” en Metro 95.1 desde hace más de 11 años, esta segunda edición es una forma de trascender la radio y ampliar la oferta a los amantes de este ritual, pero también de fomentar el vínculo con el sector gastronómico tan afectado por la crisis. Para la agencia, que vio empezar el programa de radio cuando esta era apenas una movida foodie incipiente y se servía en pocos lugares, el crecimiento fue enorme. Basta ver los números del circuito del 2019: 7200 comensales degustaron 5000 brunches de más de 40 restaurantes seleccionados. Y aunque este año el número de locales disminuyó a 22 emprendimientos/cadenas, la buena recepción que este menú viene teniendo en el delivery regular es un aliciente interesante. “Contactamos a muchos locales que sirven brunches, la idea era que participaran lugares de varias zonas. Muchos no pudieron porque estaban complicados por la pandemia, por tener poco personal. Pero consideramos que todos los que participan del circuito ofrecen un muy buen producto y han realizado opciones de brunches muy atractivos”, apunta Cecilia Álvarez, de GDI.
Para Pani Trotta, creadora de Pani y parte de este circuito, el gran atractivo de esta comida es aprovechar y gozar el tiempo. “Es una mañana entera dedicada a disfrutar. El brunch está hecho para disfrutar de comer, de mezclar dulce y salado y poder dedicarse a la compañía con la que se esté. Un tiempo para mimarse comiendo rico y fresco”, sostiene, agregando que en esta cuarentena notó que muchos se animaron a innovar cocinando ellos mismos en su casa, jugando con los ingredientes que tenían a mano para replicar este ritual. En tanto “las propuestas que llegan los acercan a su lugar favorito para brunchear, haciendo que nos extrañemos menos entre clientes y anfitriones”, acota.
Aunque sin gran demanda de esta comida antes de la cuarentena, desde el encierro en Eat Catering debieron incluir enseguida la propuesta y generar una caja especial, dado que el pedido fue unánime. Así nació Brunch Eat Box, que incluye delicias como yogur de cabra tipo griego, granola casera, frutas frescas, mini croque monsieur, blinis con queso crema, palta y salmón, huevos mollet, macarons y bohios de queso azul con chutney de peras, todo muy fiel a su estilo sofisticado y fresco.
Veta saludable
Argentina no es un país que se caracterice por su ingesta variada de alimentos. Si bien según los nutricionistas, lo recomendable para un desayuno saludable es combinar lácteos, frutas y cereales, el común de la gente se limita a uno solo de estos grupos. Por sobre todo, lo que más se ausenta en la mesa son las frutas. Y allí es donde vuelve a brillar el brunch, aportando un consumo mucho más amplio e interesante de todo tipo de ingredientes. “Es una comida abundante y equilibrada, porque incluye cosas dulces, saladas, diferentes texturas y sabores e incluso es perfecto para compartir. En nuestro caso también resalta la frescura de los productos, ya que todo está preparado en el momento”, describe Emmanuel Paglayan, dueño de Ninina, desde donde están vendiendo alrededor de 60 brunches por semana.
Asimismo, ciertos lugares especializados en una alimentación más consciente y saludable aportan sus propuestas para hacer a un brunch distinto. Es el caso de Le Pain Quotidien, cuyo menú incluye desde un bowl de avena templado y hummus a pan de masa madre, !almond chía pudding! y !shakshuka!, un plato típico de Oriente Medio, con trigo sarraceno, queso feta y huevo poché. “El compartir es la clave de los brunches. Sugiere una posibilidad de encuentro con amigos/familia y compartir este momento es la clave del éxito de esta instancia del menú”, sostienen desde la marca, apuntando también que el público local es muy afín a su filosofía de cuidarse y consumir productos sanos y orgánicos. Y bajo el lema de que la comunidad es lo que nutre, inspira y alimenta el alma, su propuesta de brunch fomenta una vez más la reunión alrededor de una mesa bien provista.
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