Wednesday 1 de May, 2024

COSTUMBRES | 25-06-2023 08:00

¿Qué es la moda circular y por qué es tendencia?

Reutilizar prendas y desechos para reducir la huella de carbono se ha vuelto una prioridad aquí y en el mundo. Los emprendimientos.

El mundo de la moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos. Realizar un par de jeans insume 7500 litros de agua. Cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra. Son solo tres datos, pero dan cuenta de la moda como la segunda industria más contaminante del mundo. Por esto, cada vez más iniciativas trabajan en un concepto de moda sustentable y de impacto positivo.

Primera en el mundo

Las primeras acciones de este tipo comenzaron en el exterior. Desde 2001, la diseñadora Stella McCartney comanda su propia firma de moda sustentable, una época en la que era rarísimo hablar de sostenibilidad. 22 años después, es la referente número uno de la moda consciente, no solo por los materiales que utiliza y su filosofía de mínimo descarte, sino porque trabaja con energía eólica y luces LED en todas sus tiendas.

Stella McCartney

Adidas también lleva varios años trabajando en esta línea. Recientemente presentó su campaña Move for the Planet, una iniciativa global en la que invitaron a los fanáticos del deporte a convertir las actividades físicas en acciones por el planeta. ¿Cómo? Donando 1 euro a Common Goal por cada 10 minutos de actividad registrados, en 34 deportes, en la app Adidas Running. Las contribuciones apoyarán proyectos que eduquen o involucren a las comunidades sobre la sustentabilidad a través del deporte. La marca también planea reemplazar el poliéster virgen por reciclado para 2024 y ofrece productos que fueron creados disminuyendo su impacto ambiental. Por ejemplo, la camiseta de River, 100% de materiales reciclados.

Adidas

En Gucci buscan reducir su huella medioambiental en un 40% para 2025. Por la marca adhirió a los estándares de la Fundación Ellen MacArthur de economía circular, con la idea de volver a poner en el sistema los desechos de toda la cadena de producción de las prendas.

Gucci.

Hasta el gigante Zara se puso la camiseta sustentable: busca el 0% de emisiones climáticas para 2040 eliminando por completo los plásticos de un solo uso, utilizando tejidos orgánicos y reciclados, reduciendo el impacto en el agua y apostando por las energías renovables.

Zara

A los pies

En Argentina, cada vez más proyectos se alinean en estas filas. En algunos casos son emprendimientos creados desde cero con esta idea, y en otros son marcas que lanzan una línea ad hoc. Este último es el ejemplo de Kioshi, una marca de zapatillas que acaba de presentar su modelo de suela de caucho llamado “Kiocycle”, realizada con materiales de remanentes de otros productos. “Con el aumento de la producción también crecieron los scraps (desechos) que se generan como resultado de la mayor utilización de determinados componentes del calzado. En este caso puntual es el de las suelas de goma Eva, que reutilizamos como materia prima para iniciar la fabricación de otros procesos”, explica Gustavo Dorado, gerente de planta, quien estima que un 15% de la producción tendrá esta suela. Con esta implementación, estarán reciclando unas cinco toneladas de scrap al año, que hasta ahora eran desperdicios.

Fábrica de calzado.

También en el rubro del calzado, Xinca es un emprendimiento que nació de la unión de tres amigos a los que los movilizaba generar cambios sociales y ambientales. “Queríamos crear una empresa que desarrollara productos que demanden menor materia prima de la naturaleza”, detalla Alejandro Malgor, fundador. Y así, comenzaron a crear zapatillas con la reutilización de neumáticos (para las suelas) y textiles (para las capelladas). Además, son realizadas en un taller de calzado dentro del penal San Felipe, en Mendoza. Como fruto de toda esta filosofía, Xinca es una empresa B certificada y ha ganado diversos reconocimientos.

Sandalias

Consultado sobre cómo ve el avance de este tema en el país, Malgor es optimista: “teniendo en cuenta que en Latinoamérica hay 900 empresas certificadas B y 200 son de Argentina, creo que en la región estamos muy bien”. Si bien faltan políticas públicas que permitan reconocer y promover a este tipo de iniciativas, para este emprendedor el mayor poder está en los consumidores. “Todos los días tenemos el poder de elegir qué mundo queremos y cómo queremos que sean las marcas del futuro”, alienta.

El descarte justo

Algunas marcas se destacan por rescatar materiales específicos. D.R.Y nació en 2021 con el fin de recuperar paraguas en desuso para hacer ropa y accesorios únicos y sin género. “No hay ninguna industria que recicle paraguas en ninguna parte del mundo, y es un producto altamente reciclable si separamos sus materiales”, detalla Antonela Tonizzo, creadora. Su ideología es de basura cero y de triple impacto, ambiental, social y económico. El ciclo funciona así: recuperan todo el paraguas reinsertándolo en otras cadenas de producción, donando una parte a mujeres de la comunidad wichí, que las transforman en agujas de tejer, y otra parte a escultores; las partes plásticas se llevan a reciclar; y los retazos de tela más chicos se donan a otros emprendimientos. Además, ayudan a pequeñas economías a través del comercio justo y local, con costureras independientes y jóvenes emprendedores.

Paraguas

Todo este esfuerzo no pasó desapercibido. Entre otros logros, obtuvieron el Sello Verde de Triple Impacto emitido por la Red Argentina de Municipios contra el Cambio Climático 2021 y forman parte de la Red de Economía Circular del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. También participaron de eventos de sostenibilidad en Madrid, Londres y Oporto, y fueron finalistas de los Premios Verdes 2023.

En Fracking Design, el disparador fueron los bolsones de arena que se descartan en el proceso de extracción petrolera. Cuando Ornella Basilotta, fundadora de la marca homónima junto a sus dos hermanas, los vio en un viaje a Neuquén en busca de mohair, no pudo creer que fueran considerados basura. “Sentí que se me despertaba eso que sienten los emprendedores cuando se enamoran de una idea”, relata. Y así, luego de bastante tiempo de sentirse incómoda con el devenir de la moda, cada vez más orientada al fast fashion, nació su nueva marca en 2018, también llevada adelante con sus hermanas.

Hoy venden productos de marroquinería como bolsos, mochilas, carteras, fundas de notebook y diferentes accesorios, todos hechos a partir de los bolsones de arena, que se comercializan online y en tiendas de Buenos Aires, al tiempo que se hacen envíos a todo el mundo. “El consumidor pasó a ser más consciente luego de la pandemia. Y en Latinoamérica este mercado creció un 86% de la mano del e-commerce. Aunque en Argentina aún es un mercado emergente y todavía hay muchísimo por hacer”, sintetiza Basilotta.

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Vicky Guazzone di Passalacqua

Vicky Guazzone di Passalacqua

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