Sunday 28 de April, 2024

CULTURA | 07-11-2023 17:03

Roberto Gargarella: ”La democracia reducida al voto es poco y nada”

Uno de los juristas más prestigiosos del país, en diálogo con NOTICIAS, analizó la situación actual. Desigualdad, privilegios y el derrumbe del sistema de representación.

¿Cómo llegamos a la crisis política actual? ¿Por qué los ciudadanos no se sienten representados por los candidatos? ¿Por qué la justicia parece tan lejana a la gente común y no logra castigar a criminales y corruptos?

Cualquiera de las personas que viven en la Argentina se han hecho con más intensidad que nunca estas preguntas, en los últimos meses. Y no han encontrado contestación.

“Igualdad” y “participación” podrían ser los términos claves con los que el jurista Roberto Gargarella traza una posible respuesta a estos interrogantes, en su último libro, “Manifiesto por un derecho de izquierda” (Siglo XXI).

Este abogado y sociólogo, uno de los constitucionalistas más destacados de América Latina, propone, en este volumen, un ordenamiento político y jurídico posible que luche contra la desigualdad, que favorezca una mayor incidencia ciudadana en los temas públicos, sin renunciar al respeto de las libertades personales.

Actual profesor de la Universidad Di Tella y de la UBA, su historia académica recorre instituciones de todo el mundo: tiene dos doctorados, en Chicago y la UBA y ha sido profesor invitado en Columbia, New York University y la universidad Pompeu Fabra, entre otras.

En diálogo con NOTICIAS, aceptó analizar algunos aspectos de la situación actual, desde el valor real del voto hasta la disputa entre punitivismo y garantismo. También la importancia de movimientos populares como Ni Una Menos y la valoración del Juicio a las Juntas como “el gran punto de referencia en la historia de la justicia”.

NOTICIAS: ¿Cómo imagina el Estado que alentaría un derecho de izquierda?

Roberto Gargarella: Por cómo se compone la justicia o están organizados económicamente la mayoría de nuestros países, el derecho tiende a ser interpretado de manera conservadora. Por eso, una primera cosa que me interesaba decir era que el derecho merece ser interpretado de otro modo. Empezando por la cuestión de que cualquier Constitución arranca con una promesa muy fuerte de igualdad. Es un pacto entre iguales. Allí está el principal compromiso que tiene cualquier derecho, un compromiso igualitario. Contra la idea de que podría ser una sorpresa pensar al derecho como de izquierda, yo creo que es la manera natural de entender el derecho.

La marcha contra la Corte Suprema de Justicia

NOTICIAS: Usted señala en su libro que, por su pertenencia social, quienen componen la Justicia no logran comprender las necesidades de los ciudadanos.

Gargarella: Digamos que, por los modos en que son seleccionados y por los privilegios que reciben apenas ocupan sus puestos, tienden a hacer una lectura conservadora del derecho. Entre otras cosas, justamente, para proteger sus propios privilegios.

NOTICIAS: Otro de los temas que trata en su libro es la escasa participación ciudadana, que en las democracias actuales ha quedado reducida a delegar el poder por medio del voto.

Gargarella: En la práctica, la democracia se ha reducido al voto periódico. Pero el voto periódico debería ser solo una pequeña parte de la democracia. En los orígenes, había la comprensión de que venía acompañado de un montón de otras herramientas. Entonces, por ejemplo, había instrucciones obligatorias a los elegidos, revocatorias de mandatos, rotación en los cargos. Y esa era la idea detrás de los jurados en los juicios. Cuando todas esas herramientas perdieron fuerza, el voto quedó solo. Y la democracia, reducida a eso, es poco y nada. Las herramientas de control son mínimas. Uno se siente políticamente alienado. Aquello que te habían dicho que venía a liberarte y a hacerte la vida mejor, finalmente sirve para que te sientas oprimido. Termina ocurriendo, como acaba de pasar en Argentina, que un montón de gente no sabe qué hacer con el voto, porque puede decir muy poco con él. O no podés decir dos cosas al mismo tiempo como, por ejemplo: quiero este candidato, pero no quiero que haga locuras o quiero este otro candidato, pero también quiero que se vayan todos los corruptos. Entonces hay un sentido de pérdida de poder, de expropiación; que se traduce en frustración. Unos tienen toda la libertad para disfrutar de sus privilegios y vos no podés hacer nada contra el corrupto.

Elecciones Presidenciales  22-10-2023

NOTICIAS: ¿Cómo se puede sumar participación a sistemas que están tan fosilizados?

Gargarella: Estoy de acuerdo en que el sistema está muy fosilizado. En este contexto de fuerte desigualdad, el ciudadano las tiene todo en contra. Yo no pensaría que la gente está desencantada y entonces no participa. En el 2001, hubo meses de la gente en la calle pidiendo que se vayan todos. El resultado es que no se va ninguno. Y esa es una tremenda lección para la participación ciudadana. El sistema está tan impermeabilizado a la crítica que podés estar todos los días marchando y la respuesta es nada. No intento justificar a la ciudadanía, sino no llamar “apatía” a lo que es “desconcierto”.

NOTICIAS: ¿Es la lucha de las mujeres, en los últimos años, un buen ejemplo de participación para imponer temas que le importan a la gente?

Gargarella: Totalmente. Es extraordinario. No es algo que sale de arriba para abajo, sino algo que sale de abajo para arriba. Algo que implica un pedido muy fuerte de cambio. Es el mejor ejemplo que tenemos a mano en Argentina. Ahí vimos que la discusión pública inclusiva era posible y era interesante. Y que no era una utopía reservada para Suiza y Noruega.

NOTICIAS: Yendo a la actualidad, en las campañas de este año la justicia no fue un tema central, considerando que para la gente es un punto de conflicto.

Gargarella: La elección en marcos de poder concentrado hace que todo pase a ser una discusión sobre las personalidades. En el caso excepcional en que aparece un Trump o un Bolsonaro, eso revoluciona toda la discusión porque lo demás pasa a ser secundario frente a la prioridad de enfrentar esta amenaza. Y parece que uno pierde el tiempo si está hablando de cosas importantísimas como la reforma judicial o la reforma fiscal.

Los jueces del Tribunal Oral Federal 2

NOTICIAS: La inseguridad es una de las cuestiones que la gente más reclama en relación a la justicia. Un problema que afecta de manera particular a los sectores con menos recursos.

Gargarella: Como tantas otras discusiones, aparece degradada en sus dos extremos. Por un lado, el punitivismo, que piensa la cuestión como si la única acción estatal posible fuera el castigo y el único castigo posible fuera la cárcel. En ese polo vemos un reduccionismo que es absurdo, injustificado y nos lleva a propuestas muy indeseables. Ahora, en el otro polo, también ha habido una gran degradación y han terminado de transformar al garantismo en la impunidad del criminal. Y el garantismo no tiene nada que ver con eso. “Garantismo” quiere decir que todos sean juzgados a través de un debido proceso y sean respetadas sus garantías. De ninguna manera se puede asimilar a la impunidad. Zaffaroni, en sus años jóvenes, hizo un extraordinario servicio a la teoría penal, para que reconozcamos el valor y la importancia del respeto de las garantías. Pero terminó -tanto en su práctica judicial como en la teoría del derecho- diciendo (y esto se lo he leído más de una vez) “cuando yo recibía un caso en donde un criminal, una persona joven desaventajada había cometido un delito, lo primero que me preguntaba, antes de estudiar nada, era de qué modo lo podía hacer zafar”. Ese no puede ser el razonamiento. Eso nos hace mal a todos, porque la persona que ha cometido un crimen debe ser hecha responsable del crimen que ha cometido. En ese sentido, la discusión “punitivismo” vs. “garantismo”, se terminó degradando de la peor manera.

NOTICIAS: ¿Qué imagina que puede pasar en un gobierno de Milei?

Gargarella: Creo que Milei es expresión de una época de enojo extremo frente a la conciencia realista de que uno no puede hacer nada, de que el voto no sirve para nada. Entonces, mucha gente ha tomado esa pequeñita oportunidad que tiene para hacerse escuchar, de una mínima manera, para hacer el mayor ruido posible expresando su furia. Y ha utilizado el medio de la elección, porque es el único canal institucional que tiene. Los partidos políticos están completamente degradados, la representación política tal como se le había soñado hace 200 años, murió y no se levanta más. El sistema político está en una crisis radical de funcionamiento. Y aparecen este tipo de fenómenos que son la expresión de un enojo visceral que no encuentra canal alternativo. Si Milei llegara al poder y mantuviera la regla de su desequilibrio emocional radical, lo que nos quedaría es impedirla democráticamente por los medios que nos da la Constitución.

Javier Milei en las elecciones

NOTICIAS: Frente a la crisis de la política tradicional también se pueden ver militancias genuinas y gente que quiere hacer las cosas bien.

Gargarella: Hay un montón de funcionarios muy buenos pero lo cierto es que la estructura ofrece, desde hace mucho tiempo, los peores incentivos. Porque tanto a los funcionarios políticos como a los judiciales se les ofrece un acceso a enormes privilegios, el control de enormes recursos (no solo económicos, sino también coercitivos) y al mismo tiempo la certeza de que los controles van a ser muy limitados o nulos. Es muy difícil llegar a una posición de poder y no estar tentado con ese tipo de incentivos. Un caso que yo seguí de cerca, de una persona a la que estimo, Victoria Donda; para mí fue un ejemplo triste de una persona muy decente, puesta frente a los peores incentivos. Sabés que podés usar tus enormes recursos para contrataciones que son completamente fuera de la regla y distribuir un montón de dinero discrecionalmente. Eso es una pequeñísima metáfora de una estructura que un Insaurralde aprovecha de la forma más patética.

Juicio a las Juntas

NOTICIAS: A raíz de la celebración de los 40 años de democracia se recordó el Juicio a las Juntas, una forma de hacer justicia que contó con la aprobación de todos los ciudadanos. El recuerdo también nos enfrentó a la realidad de que no hemos vuelto a alcanzar ese estándar.

Gargarella: Totalmente de acuerdo. Estoy editando un libro que esperamos se publique en el aniversario de los 40 años del Juicio, porque creo que es un hecho extraordinario en la historia argentina y mundial. En particular, para la gente de mi generación, que nacimos a la democracia viéndolo y sin conciencia de lo extraordinario que estaba pasando. En todo caso, ganamos la ilusión de que era posible en democracia, sentar en el banquillo de los acusados a quienes hasta ayer tenían el poder de vida y muerte sobre cada uno de nosotros. Me parece que la atención única y excepcional que ganó la película “Argentina, 1985” dice algo. El juicio había quedado demasiado vinculado con el gobierno de Alfonsín y, entonces, parecía que reivindicar el juicio, era reivindicar al Alfonsín. Y en tiempos de grieta, nadie quería hacer eso. Poco a poco fuimos viendo que hay cosas maravillosas que se hicieron en nuestro país y que son motivo de orgullo.

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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