El ghosting es un término de origen anglosajón, utilizado de forma coloquial para describir la acción de desaparecer sin dejar rastros, como si fuera un fantasma.
Se trata de una persona que habitualmente mantiene contacto y comunicación con una pareja, amigo u otro individuo con el que tiene un vínculo cercano. Esto lo hace sin ningún tipo de advertencia ni explicación. En español, se denomina fantasmeo.
Dicho accionar, se suele dar usualmente en la etapa de conocimiento, cuando el otro individuo supone que todo marcha bien en el vínculo, y se siente animado con el proceso y el nivel de comunicación. Entonces, percibe que el apego se está incrementando de tal manera, que todo hace suponer que se está ingresando a un nivel de relación con compromiso emocional. Es ahí donde el sujeto desaparece, pierde contacto y abandona emocionalmente.
No es poco común, que las personas con estas características, vuelvan a establecer algún tipo de contacto al poco tiempo con la persona abandonada, a través de redes sociales, mensajes de texto o cualquier otro tipo de mensajería electrónica. A esta acción se la denomina zombieing.
Su intención es restablecer algún tipo de vínculo. Primero lo hace con gran intensidad, (si el otro se lo permite) y luego, cuando él se siente seguro que su víctima volvió a caer en la trampa, pasa al modo bread crumbing, cuya traducción es “miga de pan”, es decir, a cuenta gotas, intermitentemente, con promesas o proyectos que obviamente jamás cumplirá.
Por lo general, en esto casos, estamos frente a personalidades narcisistas con diferentes niveles de patología, pero siempre dentro del amplio espectro de dicha constitución psíquica.
¿Que persiguen con esta conducta? Sentirse valorados, seguros de sí mismos, y de poner primero al otro en condición de trofeo, para luego dejarlo en posición de víctima, dado que cuando se logra el objetivo, la otra persona pierde el valor.
Estamos hablando de personas que, por lo general, no establecen vínculos profundos con otro que no sean ellos mismos. Los demás vienen a su vida, solo para llenar los vacíos de su mundo interior, mientras se genera un aumento de excitación por ser considerado como un ” juguete nuevo” para estimularse y sentir satisfacción.
Cuando disminuye ese nivel de tensión, se reduce el interés, debido al ejercicio de cosificación que se hace del otro y, entonces, sin ningún remordimiento o culpa abandonan al otro / objeto. Y así deciden alejarse sin más, pero siempre guardándose el último espacio del placer que le produce dejar a la otra persona en estado de desconcierto, de confusión.
A menudo se preguntan qué es lo que hicieron mal, o se sienten culpables por haber hecho algo para que el fantasma desapareciera. El sujeto narcisista, guarda para sí mismo la satisfacción de saber, que su último acto es el ataque directo a la autoestima del otro ser implicado en el actual no vinculo.
En resumen, no te abandonaron, solo fuiste parte de su juego.
Lic Fernanda de Alva
Doctora en Clínica - Psicóloga MN 17727
Psicoanalista, especializada en terapias breves
Coach
Directora propietaria de la consultora DF Consultoría
Escritora y Conferencista
Contacto IG @lic.fernandadealva
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