Debuta en streaming con la obra “Detrás del arcoíris” (por la plataforma Teatroplay) y por primera vez indaga en el mundo de la actuación. Periodista gráfico, conductor de radio y televisión, Beto Casella también publicó varios libros, escribió guiones, hace música y tiene su propia banda. “Hago todo mal, y lo digo sin falsa modestia. De verdad, ¿sabes que no hay nada que haga del todo bien? Me las rebusco en radio, pero en la música soy limitadísimo, y exploro con algunos tonos para parecer que toco. Y no puedo cantar, lo cual me frustra porque yo tengo mucho oído y padezco no poder desplegarlo. Hubiera sido un buen director de orquesta porque escucho una canción y le pongo un violín, pero no lo puedo ejecutar”, se sincera Beto.
Hace 15 años que conduce “Bendita”, en Canal 9, que ya es un programa de culto. Y también hace 15 años que está al frente de “Bien levantado”, ciclo que pasó por varias radios y que en este 2020 puede escucharse todas las mañanas en Continental. “No hace falta un gran talento para conducir en televisión. Pero en radio hay que estar cuatro horitas hablando; ya es otra cosa”, reflexiona.
Noticias: Debe haber un secreto para estar con programas tan vigentes en radio y televisión, durante 15 años.
Beto Casella: A mi favor, puedo decir que arranqué ambos programas ya grandecito, sabiendo qué quería y presumiendo un poco que sabía qué quiere el público. Todo es una ventaja, y ahí estamos, todavía dando pelea y con buena respuesta del público. ¡15 años! El tiempo pasa para todos. A mi edad empezás a decir: “¿te acordás cuando fuimos a ver a Queen en Vélez?”. Y hacés la cuenta y no podés creer que pasaron 40 años de algo que viviste. Eso le pasaba a la gente grande.
Noticias: ¿Se siente de 60?
Casella: No me siento de 60 porque, además, no somos como los de 60 que conocimos de chico. Cuando escucho, por ejemplo, una noticia que habla de la muerte de un tipo de 60 años, me imagino a un hombre grande, ¡y tiene mi edad! Hay quien pueda pensar que me creo pendejo y no es así. Tengo la fortuna de que me funcionen bien las rodillas y puedo jugar al “fulbito”, al paddle, tengo un poco de agilidad y eso engaña fatalmente porque cuando me llegue la decrepitud toda junta, va a ser difícil. A veces me pregunto si no es mejor envejecer a partir de los 50 como envejecían nuestros viejos. La vejez les avisaba, era más piadosa pero con nosotros va a ser terrible.
Noticias: Entonces si se mira al espejo, ¿ve a un señor mayor o a un joven de 60 años?
Casella: No me gusto al espejo, sobre todo desnudo (ríe). Pero sí me gusta la versión que quedó finalmente de este chico que no se traicionó, que ayuda, y del que los demás hablan bien. Yo vengo de Villa Luzuriaga, de una casa prefabricada, hijo de tanos que se escaparon de la guerra y donde se comía mucha harina y cebolla. No te podías ni permitir soñar con muchas cosas. Ya ejercer esta profesión estaba muy lejos. Estaba lejísimos la Capital. Y los sueños. Pero después tenés inquietudes y buscás hacerlas realidad.
Noticias: Volvamos a “Bendita” y su vigencia. ¿Hay una explicación?
Casella: Este es un país en crisis y “Bendita” es el programa que te saca un rato de ahí. Es el programa anticrisis, sobre todo ahora que en la tele está la omnipresencia del Covid. “Bendita” es la coartada de la gente para olvidarse de todo por un rato. Muchos me dicen: “capo, cómo me haces cagar de risa y eras el único que hacía reír a mi viejita”. Te dicen esas cosas afectivas que no las cambiás por nada. Fuimos retocando un poco el formato para no aburrir. Tratamos de hacer programas que no agravien. Me divierte salir sin red, no veo los informes antes de salir al aire y tampoco sé quién es el invitado de la última parte del programa. Y otro secreto es procurar estar con gente con energía parecida, con buena vibra, que trascienda la pantalla y nos vean cara de pasarla bien.
Noticias: ¿Hay personas que se enojan por salir en “Bendita” o todos quieren un lugar en el podio?
Casella: En 15 años creo que Yanina Latorre fue la única persona a la que le molestó, por lo cual es probable que no la vean más en “Bendita”. Si contara la cantidad de productores y de conductores que me mensajean a mí o a la producción y dicen: “Busquen hoy a las 12.40 que me pasó tal cosa”. Les divierte verse.
Noticias: Hablemos de su debut en streaming.
Casella: La primera vez que me llamó Osvaldo Laport le dije: “Te agradezco un montón haber pensado en mí pero te volviste loco”. Quedamos en volver a hablar y a la tercera charla me dije: “Y bueno, por qué no, estamos en pandemia y tampoco es que corro de acá para allá”. Me agarra con más tiempo, los ensayos eran por Zoom y las grabaciones fueron en un lugar que alquilaron cuando se habilitó el streaming, con distancia social, protocolo. Y no quiero decir que es una forma de jugar porque parece que minimizo el trabajo de los actores, pero para mí fue explorar. Y uno tiene que explorar hasta el último día de su vida.
Noticias: ¿Qué lo convenció?
Casella: La historia y la idea de no tener que ir viernes, sábados y domingos a un teatro. Me lo han ofrecido muchas veces y no sé por qué piensan que puedo ser gracioso metido en una obra. Involucrarme fue apasionante. Aprendí mucho, fue como hacer un curso de teatro acelerado con un director como Laport que te hace buscar la psiquis del personaje. Interpreto a un hombre que redescubre su sexualidad de grande. Luego de casarse, tener una hija, separarse, se permite un amor con un pibe más joven. Y pelea por esa pareja y por un lugar en el teatro musical, porque él quiere ser Judy Garland. Tardaron más en maquillarme que en hacer las escenas. Oscar Mullet, que es un maestro del maquillaje, me convirtió en una mujer. Una mujer fea, digámoslo (ríe). Cuando me vi pensé que fue un acto de justicia que Dios me haya hecho varón. Para mí, a esta altura de la vida es interesantísimo explorar algo nuevo.
Noticias: ¿Y qué más explora?
Casella: Escribí guiones y me gustó que después un grupo de actores indagaran en esos personajes y verlos en el escenario. Y en estos días Editorial Planeta publica un libro que se llama “La felicidad vive en el conurbano”. Es una investigación basada en un montón de investigaciones y trabajos de Harvard, de Naciones Unidas, de sociólogos. Es una especie de reflexión sobre si la felicidad está necesariamente donde hay éxito económico y profesional. El libro lo desmiente absolutamente. Diría que es la demostración de que el dinero o la opulencia traen infelicidad.
Noticias: Cumplió la cuarentena a rajatabla, ¿tiene problemas de salud preexistentes?
Casella: Tengo un stent y un médico clínico no lo considera una enfermedad preexistente o crónica porque poner un stent te cura. En realidad estoy en el borde, por la edad, y desde un principio decidimos armar dos grupos de trabajo en “Bendita”, porque si se contagia uno, tiene que aislarse el resto. Decidimos que me quedara un tiempito en casa, y la verdad es que el programa anda bien, me aquerencié y le agarré el gustito a hacerlo desde mi casa. A la radio voy, pero me cruzo con cuatro personas y estamos aislados. En un canal es otro el universo y te cruzás con 100 personas capaz. Por ahora seguiré desde casa un tiempo y, en algún momento, volveré al piso de “Bendita”. No sabemos cuánto va a durar esto, te corre un poquito de la angustia. Porque hay un vacío que tenemos todos, hagamos lo que hagamos. Hay preguntas que no se contestan: cuándo termina esto, cómo me cuido, quién se puede morir de los que conozco. Eso no nos impide hacer un curso de cine, vivos de Instagram, aprender un idioma. Con las almas inquietas no hay virus que pueda.
Noticias: ¿Y usted qué hizo de nuevo durante esta pandemia?
Casella: Descubrí muchas cosas que tenía y no necesitaba e hice espacio en mi casa. Vi muchas series y muchas películas.
Noticias: ¿Cómo es la convivencia familiar forzada durante las 24 horas?
Casella: Vivo con Carolina (Wyler) que es locutora, licenciada en periodismo, community manager y ahora está cursando para ser coordinadora terapéutica. Tenemos una buena convivencia. Mi hijo Franco vive pegado y a veces cenamos juntos. El mayor, Juan Pablo, vive en pareja así que no nos estamos viendo ahora.
Noticias: Hace poco hizo declaraciones sobre el chip sexual que se colocan muchos personajes del espectáculo, ¿usted se lo pondría?
Casella: Dos médicos serios me dijeron que es una locura. Ojala aparezca un botoncito que puedas ponerte, apretar y que te convierta en un chico de 20. Se está frivolizando el tema y me parece que en algún caso es una irresponsabilidad. Para ponerte el chip tenés que hacerte muchos estudios antes, porque puede generar algún tipo de desequilibrio.
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