Friday 19 de April, 2024

PERSONAJES | 13-10-2020 13:21

Sebastián Wainraich: “La risa es resignación y alivio”

Lleva trece años al frente de “Metro y Medio” por radio Metro, escribió y protagoniza “Casi Feliz” en Netflix. El humor como salvación.

Se siente en su salsa ante el micrófono y frente a la computadora, como guionista,  juega a ser Dios: crea personajes, los hace hablar, les levanta y le baja el pulgar de la vida. Así lo hizo en “Casi feliz”, la serie de Netflix que escribió y protagoniza, estrenada en mayo y que está accesible en 190 países. Sebastián Wainraich dice que los resultados superaron a las expectativas y que desde el primer día recibió mensajes alentadores desde Argentina, del resto de América Latina, de España y de países más lejanos en lo cultural como Dinamarca, India, Finlandia o Israel. La serie se estrenó a las 4 de la mañana del primero de mayo y eran las 2 y él estaba tirado en el sillón comiéndose los codos. Hasta que se dijo: “Yo quería hacer esto, era un sueño escribir una serie y actuarla”, y se relajó. Con ustedes, un hombre (casi) feliz.

Noticias: ¿Cómo le impactó la buena y mucha repercusión? ¿Fue un “no me para nada” o le dio vértigo?

Sebastián Wainraich: Fue mucha alegría. Con los años, aprendí a disfrutar y a saber que la vida tampoco pasa por ahí, que no se está definiendo nada, pero a mí me gusta mucho mi trabajo, es mi vocación

Noticias: “La vida no pasa por ahí”, ¿por dónde pasa?

Wainraich: Por los zooms (risas), todo el tiempo estoy viendo por dónde pasa. En realidad creo que pasa por estar de acuerdo con uno mismo y después también pasa por ahí, pero el trabajo no es lo único.

Noticias: ¿Cuáles son sus peleas internas para acercarse lo más posible a esa coherencia?

Wainraich: Me estoy acercando cada vez más pero no creo que pase tanto por la coherencia, creo que pasa más por una cuestión de voluntad y valentía. Me parece que uno a veces tiene miedo a seguir las cosas, perseguir los objetivos, ahí está la valentía. Igual esto me está saliendo medio de autoayuda… 

Noticias: En una nota que le hice hace años decía que tenía la sensación de que una nube lo seguía aún en los días de sol. El “casi” feliz es esa nube, ¿continúa persiguiéndolo?

Wainraich: ¡No y me hiciste acordar vos ahora! (risa). En realidad, si nos ponemos a pensar este momento que está atravesando la humanidad, viene a recordar la incertidumbre que es todo. Obviamente vivimos sabiendo que nos vamos a morir, pero tratamos de despegarnos de esa idea porque si no es insoportable y esto es un cachetazo porque viene a decirte: “Sí, te aseguro que te vas a morir”. Entonces me parece que esa es la gran nube y todo lo que hacemos es para olvidarnos de eso y para divertirnos acá. Paradójicamente, y casi como un ataque de histeria del ser humano, cuando más está esa amenaza, más valorás la vida

Noticias: Al principio de la cuarentena dijo que creía que el gobierno estaba manejando bien la situación. ¿Ahora piensa igual?

Wainraich: No, ahora tengo incertidumbre total, no sé cómo se están manejando las cosas, la verdad que no sé. No sé si las cosas se hicieron mal o esta situación era inevitable. Lo que sí veo es ausencia de debate real y profundo de los temas de verdad, por ejemplo, por qué deben volver las clases presenciales o por qué no, y que se sienten cuatro o cinco personas a debatir y que nos digan a la sociedad por qué tienen que volver o por qué no, pero sin chicanas, sin gritos, que nos expliquen. Me parece que eso es lo que está faltando hoy, también la salud y la vacuna, pero lo que está faltando es información real y concreta y sin que se asome ahí la grieta política. Lo cierto es que la estamos pasando mal. 

Noticias: ¿Es verdad que en el ´83 era un chiquito que prestaba mucha atención a la política?

Wainraich: Sí, yo tenía nueve años, era todo una novedad la democracia y me llamaba mucho la atención, me gustaban los debates, los discursos y siempre fui un poco obsesivo. Había una ola alfonsinista en mi casa y me acuerdo que una vez estaba entrenando en fútbol, corriendo con todos mis compañeros, y yo pensaba: “Si Lúder llevó tanta gente al acto y Alfonsín tanta, esa proporción, ¿cuántos votos significan?” y hacía esas cuentas mientras corría… así jugaba al fútbol después, horrible (risas). Cuando asumió Alfonsín, le pregunté a mi vieja por qué no estaba vestido de presidente, pensando que los presidentes tenían que estar vestidos de militares. Eso habla del país, en el ´76 tenía dos años.

Noticias: ¿Es posible hacer humor con Argentina? Parece que oscilamos entre la tragedia griega y el absurdo. 

Wainraich: Para mí el humor no tiene límites, el límite lo pone cada uno con su capacidad y buen gusto, no creo que pase por una cuestión moral. Qué sé yo, sucede lo del diputado (Ameri) y hay un montón de chistes para hacer, si te ponés a pensar, es triste, pero siempre es más rico bajar línea desde el humor y la comedia que ponernos solemnes

Noticias: ¿Cuándo sintió que había ganado un terreno y que había “llegado” a un lugar propio?

Wainraich: Sabés que no, no lo siento.

Noticias: ¡Vamos!

Wainraich: Para volvernos más autoayuda te digo una obviedad: lo importante es el camino, llegar es un mito, adónde llegar. 

Noticias: ¡No me diga que no siente que tiene un espacio ganado!

Wainraich: Sí, eso lo tengo pero en un segundo se puede caer todo. Con solo decirte una barbaridad en esta entrevista se me cae todo, más en esta época, se puede caer todo.

Noticias: ¿Le parece que hoy la palabra tiene tanto valor?

Wainraich: Ehhh…. Puede ser que tengas razón en que cuando alguien dice algo fuera de lugar o algo que a mucha gente no le gusta, es una furia que dura dos o tres días y después pasa. Además, es un país donde tantas cosas pasan todo el tiempo que una tapa a la otra inevitablemente. Sí, siento que tengo el espacio de la radio y del teatro, pero no soy tanto de pensar que tengo mi lugar ganado, me parece que son cosas que hay que cuidar todo el tiempo y que hay que activarlas y moverlas.

Sebastián Wainraich

Noticias: Entró a la radio en 1990, todavía en cuarto año de la secundaria, ¿cómo llegó ahí?

Wainraich: Era muy oyente de radio, hacía casi lo mismo que ahora: escribía y me gustaba la radio. Mi hermano tenía un amigo que hacía un programa sobre Atlanta, yo soy hincha de Atlanta, me llevó y lo empecé a ayudar al aire, decía los resultados, ayudaba, hacía notas en los entrenamientos. Después, durante muchos años, estuve en las llamadas FM truchas y en un momento tuve un programa y yo le ponía una garra, un corazón tremendo. Tendría 20 años, rulos y pelo largo. 

Noticias: O sea que Atlanta le dio la llave de entrada a la vocación, como un gran amor que le habilitó la vocación.

Wainraich: Sí, como una pareja abierta. Me dijo: “Vení, te presento a otra chica”. 

Noticias: Esa pareja abierta con la que Dalia Gutman su mujer, siempre coquetea y usted dice que no le gustaría tanto. ¿O cambió de opinión en la cuarentena?

Wainraich: Perdí el rumbo, no sé qué decirte… A veces decimos que si nos podemos ir de vacaciones, que todavía es una incertidumbre, no nos vamos a ir juntos… convivimos hace seis meses todos los días todo el día, el ser humano no está preparado para algo así, es un montón.

Noticias: ¿Llevan veinte años de pareja?

Wainraich: Dieciocho, ¡un pibe que ya podría ir a la facultad y hacer su vida!

Noticias: Es un gran sostenedor de proyectos: laborales, de familia, amorosos.

Wainraich: Sí, me parece raro porque uno siempre ve sus partes negativas, que soy una persona tal vez más inestable pero porque me fijo en no haber estudiado una carrera, por ejemplo…

Noticias: En la nube.

Wainraich: ¡Me fijo en la nube! De hecho Hernán, el director de la serie (Guerschuny), quería que el logo fuera un día de sol y una nube lloviendo sobre mí. Pero lo hizo Louie, que es otro comediante. Si lo hacíamos, quedaba como un choreo. 

Noticias: ¿Por qué el pibe de los rulos decidió raparse a los 25?

Wainraich: Porque había que transar con la pelada, viste esos rockeros pelados de pelo largo… Y tenía que viajar y me dijeron que no iba a pasar el aeropuerto porque estaba impresentable y bueno, me rapé. 

Noticias: Pensaba que perdió un hermano y él tenía 25 años en el momento en el que falleció.

Wainraich: Sí… mirá cómo me hacés el análisis. 

Noticias: Imagino que llegar a la edad de su hermano habrá sido duro.

Wainraich: Sí, claro, en realidad es una pérdida de la noción del tiempo total. Ahora que tengo 46 y soy el hermano menor de tres, es como algo que no cierra, como si fuera otra vida, claramente está dividida en dos, creo que es un sentimiento para siempre.

Noticias: Hizo pie en la radio con todo este dolor

Wainraich: Sí, claro. En “Frágil”, mi última obra, atravesaba este tema. Y salía de ahí con comedia, que me parece una buena manera. La muerte me despierta un montón de chistes y claramente son los chistes de un resignado porque es un gigante, entonces vamos a burlarnos de ese grandote que cuando quiere nos saca de la cancha. 

Noticias: La risa libera tensiones y ansiedad, ¿cierto?

Wainraich: Sí, la risa es una resignación pero también es un alivio, porque si te reís de un problema que tengo yo también, decís: “Qué bueno, me está dando una solución o mostrando que no es tan grave”. Es una batalla perdida, vamos a reírnos.

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Valeria García Testa

Valeria García Testa

Periodista.

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