El suyo es uno de los rubros con más incertidumbre alrededor. La organización de eventos y sus fiestas multitudinarias aún no tiene fecha de regreso y ni siquiera se ha reactivado del todo en el mundo. Sin embargo, la voz de Bárbara Diez, la mayor referente en Argentina y al borde de cumplir los 1.000 eventos con su equipo, llega calma al otro lado del teléfono. Llega incluso optimista, asegurando que en estos meses las ganas de celebrar se incrementaron, porque el abrazo hace más falta que nunca. “Cuando llegue esa fiesta que reinaugure va a ser increíble”, imagina. Un poco a la manera de comunicación de su marido, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, su forma de pensar estos tiempos es cauta pero confiada, tratando de acompañar el proceso no solo de su equipo de trabajo sino sobre todo el de su familia de cinco, con sus hijas Manuela (23), Paloma (18) y Serena (4).
Noticias: ¿Cómo se cuidan respecto de que Horacio esté tan expuesto?
Bárbara Diez: Al principio no sabía cómo acomodarme, tenía temor. Pero fui leyendo mucho para pasar a tenerle respeto, porque si no, no podés vivir. Dejamos los zapatos afuera, desinfectamos con alcohol en gel, nos lavamos las manos y usamos barbijo. Sé que hay parejas que están viviendo separadas, pero lo hablamos con Horacio y preferimos seguir juntos. Somos muy independientes pero muy pegoteados. No somos de esas parejas en las que una se va en las vacaciones y el marido viene a la costa el sábado y domingo. Prefiero quedarme acá todo enero y febrero pero estar juntos. Este año cumplimos 20 años juntos el 4 de noviembre, ¡ojalá podamos festejarlo!
Noticias: Usted cumplió 50 el año pasado, ¿cómo la trató el cambio de década?
Diez: No sufrí ninguna crisis ni nada de eso, y creo que tiene mucho que ver con Serena. Haberla tenido a los 46, con un embarazo natural, fue una bendición. Entonces el foco no está en que cumplo 50.
Noticias: ¿Cómo lo conoció a Horacio?
Diez: Le habían recomendado mi nombre para traducir un libro, porque soy traductora técnico científico literaria. Esa es mi carrera, después hice una maestría en Organización de Eventos en Estados Unidos. Nosotros teníamos amigos en común y nos ubicábamos; de hecho, yo había salido con un íntimo amigo suyo que falleció. Cuando me llamó, nos juntamos en un café, y le dije que el libro estaba mal escrito, cosa que no le gustó mucho. Me había dado cuenta de que había capítulos escritos por diversas personas. Él no podía creer que le dijera eso, y yo no podía creer que me hubiera dicho: “Ay, no traje la billetera, ¿me pagás el café y la medialuna?”. Me pareció el antihéroe máximo. Era lo contrario al típico argentino que no te va a dejar pagar nunca, y me resultó completamente despojado. Es un tipo muy diferente, fuera de lo común. Nosotros somos una pareja pareja, somos pares de verdad. Es un laburador incansable, pero me llama todos los días a la mañana y a la tarde, almorzamos todos los miércoles juntos, llueva, truene o llame el Presidente o el Papa. Tenemos nuestros momentos sagrados que no se negocian.
Noticias: ¿Cómo llevaron como pareja el golpe de las PASO el año pasado?
Diez: Fue difícil por sobre todo. Tuvimos mucha tristeza, pero hago como ahora, acompañé. Me resulta muy difícil opinar de lo que pasó, pero lo viví como un golpe duro, porque son un equipazo y lo que han trabajado no tiene nombre.
Noticias: Horacio ha demostrado liderazgo en este momento de pandemia. ¿Lo imagina presidenciable?
Diez: Hori siempre expresó sus deseos de poder hacer todo lo posible por sacar adelante nuestra amada Argentina. Recuerda su cuaderno de primer grado donde se dibujó con la banda presidencial. A los 6 años ya soñaba con mejorarles la vida a los argentinos, y esto siempre me generó ternura. Ahora bien, si esto es lo que deseo como familia, claramente no. Tenemos un perfil muy bajo con las chicas, nos gusta hacer la vida de cualquier mujer: trabajar, estudiar, caminar y encontrar lugarcitos nuevos, llevo a Serena a conocer plazas nuevas casi todas las semanas. No me sentiría cómoda en una jaula de oro, donde mis hijas tuvieran una vida diferente de la de cualquier joven. Además, no creo en la figura de la primera dama. Me parece un concepto anticuado y machista. Un presidente es ante todo un servidor público a disposición del pueblo que lo votó. No encuentro relación entre esto y elevar a su mujer en un pedestal como si tuviera algún mérito por sobre el resto. Habiendo dicho todo esto, Horacio sabe que estaré a su lado toque lo que toque. Cómo sé que él estará a mi lado también. Los trabajos vienen y van, pero al amor que se le ha dedicado tiempo, esfuerzo y trabajo, si Dios lo quiere, queda.
Noticias: ¿Se reinventó en este contexto tan complejo para los eventos?
Diez: Empezamos a organizar festejos virtuales. Por suerte lo único que se canceló fue un bautismo, los otros más de 20 eventos que teníamos se postergaron. Habrá chicas que festejen los 16 en vez de los 15… Y le encontramos la vuelta, buscando que sí se puede hacer. Para los cumpleaños les mandamos sorpresas durante todo el día, se contratan eventos virtuales por una plataforma de streaming donde podés tener un conductor, hemos llegado a hacer proyecciones 4D para que la familia esté al lado. Agudizamos la tecnología al extremo para poder seguir ofreciendo nuestros servicios y además poder pagar sueldos y mantener la estructura.
Noticias: ¿Cómo sería su fiesta perfecta?
Diez: No le faltaría afecto, afecto y afecto. Después de 20 años de ver fiestas, sé que cuantos más compromisos invitás, más cambia. Los invitados son el corazón de la fiesta: podés tener la ambientación más soñada, la mejor pantalla, los mejores DJs, la comida más rica, pero si no están los afectos, no hay fiesta posible. Una vez que eso está dado, el éxito de la fiesta tiene mucho que ver con la locación, la gastronomía, la pista de baile y la ambientación, pero todo en equilibrio. Soy detallista, no perfeccionista, y les doy importancia a muchos detalles, porque creo que en esa suma está la diferencia.
Noticias: ¿Trata de inculcarle esto mismo a su equipo?
Diez: Siento que todas mis socias tienen lo que llamo “el fuego sagrado”, que es mucho más que la carrera y la experiencia. Se necesita eso y también sentido común y ser esteta, manejar un cierto equilibrio en cuanto a la armonía. Y no estoy hablando de saber combinar los colores de las flores. Te muestro hasta dónde no tiene que ver: yo tengo tricromacia, no veo todos los colores. Me enteré en primer año, cuando me saqué un cero en Arte y mi mamá se enojó mucho, y cuando indagó se dio cuenta de que había algo que no veía. Pero creo que a raíz de esto les presto atención a otras partes de la armonía estética.
Noticias: ¿Cuál es el mejor cliente?, ¿el que sabe lo que quiere o el que se deja guiar?
Diez: El que escucha, porque ese le saca el jugo a cada peso que pagó. Hay clientes que saben muy bien lo que quieren, pero nosotras sabemos por experiencia que tal vez no todo es lo mejor para esa fiesta… Tengo una carta en la que un cliente agradece pero termina diciendo “lamento no haberte hecho caso con el lomo”. Cobro un honorario, con lo cual a mí me da lo mismo a quien contrates, pero te estoy ayudando a encontrar lo mejor. No asesoramos en cuanto al gusto, cada uno tiene el propio, pero sí hay aspectos técnicos de la organización integral.
Noticias: ¿Es difícil lidiar con la exposición de los famosos?
Diez: No hay ninguna diferencia, porque lidiamos con la parte más humana; después de la primera charla ya no es más un famoso. Y hasta tienen su momento más desnudo. Como organizadores vemos lo peor y lo mejor de cada persona. Alguien caprichoso va a demostrarlo, y a alguien adorable lo vas a querer de amigo. Es un momento de mucha intimidad. Y lo que se ve es una partecita, trabajamos un promedio de nueve meses antes. De hecho, muchos de los que vienen nos dicen que llegan porque saben que no abrimos la boca. Jamás contamos que estamos haciendo la boda de tal o cual.
Noticias: ¿Y qué pasó con el casamiento de Messi?
Diez: Organizamos la fiesta y me encantó ser parte. Ya estaba organizada, pero era otra fiesta, en otro lugar y con otros proveedores que la que se hizo. Cinco semanas antes fueron desprendiéndose de cada proveedor. Nunca sabré qué pasó. Lo tomo como parte de algo que me sucedió bastantes veces, más que nada en el caso de novios que no se terminaron por casar. Pasa, pero acá fue más público. Son personas: puede no gustarles, pueden decidir hacer otra cosa. Lo que me llamó la atención es cómo se hizo.
Noticias: Bárbara Diez es como un doble positivo, ¿alguna vez le pesó?
Diez: No me di cuenta del nombre que tenía hasta el colegio, cuando una maestra en sexto grado tomando lista me dijo “Diez, Bárbara, excelente felicitado”. Le pregunté a mamá y me dijo: “Bueno, pero tu apellido es Diez de Tejada”. Pasa que no puedo ser todo ese apellido más de Rodríguez Larreta. Ni de nadie y solo Diez. Además, mi hermana se llama Dolores y no la pasa mal todo el día (ríe).
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